Marcos Loures
Hablar de cómo podría ser bien
y nunca ha tenido la increíble sensación de nada
sino la muerte inevitable y, francamente, mi único consuelo.
Hablar de cómo debería ser
y que nunca podía creer a menos que la estupidez
que domina cada paso hacia el ocaso mismo,
ordinario y necesario.
Hablar de mi mundo sin la menor posibilidad de luz
en un intento absurdo de creencias
en algo que sé que no existe.
Hablar de lo ha llevado la vida y nada más,
el verdadero sentimiento de la inutilidad de mis sueños y canciones
que todavía expresan una ilusión.
Hablar, por lo tanto que soy y lo que he dejado.
Las inconsecuentes delante de las palabras
sin mayor sentido,
olvidado en algún lugar de la remota esperanza...
MARCOS LOURES
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